lunes, 26 de abril de 2010

De Frankuervo I ( Conjunción Fk )

"El patetico caso de Dr. Frank & Mr.Cuervo"


            Frank                                      &                     Cuervo
Frankuervo™

Intentare  describirlo desde el principio, pero me veo arrastrado una y otra vez a decirle generalidades.
Y hasta me es imposible pensar nada importante sobre mi propia existencia que no tenga de alguna manera que ver con la vida tumultuosa de Fk ( Conjunción ).

Su espíritu sigue dominando al mío, aún después de su muerte. No me importa: no tengo el propósito de defenderme de sus ideas, de esas ideas que hicieron y deshicieron mi vida, aunque no la de él:

Por otra parte, me considero lo bastante justiciero para admitir que era superior a mí. Mi acatamiento era natural, hasta el punto de sentir descanso y cierta voluptuosidad en su reconocimiento.

Y no obstante nunca lo quise, aunque a menudo lo admirara.Detestándolo, nunca me fue indiferente. No era de esa clase de seres que se puede ver pasar a nuestro lado con indiferencia: instantáneamente nos atraía o nos repelía, y por lo general de los dos modos a la vez. Había en él como una fuerza magnética, que podía ser de atracción o de repulsión, y cuando entraban en su zona de influencia personas contemplativas o vacilantes como yo, eran sacudidas, como las pequeñas brújulas que entran en regiones convulsionadas por tormentas magnéticas. Para colmo, era un individuo cambiante, que pasaba de los más grandes entusiasmos a las más profundas depresiones. Ésa era una de sus cien contradicciones.

De pronto razonaba con una lógica de hierro, y de pronto se convertía en un delirante que, aun conservando todo el aspecto del rigor, llegaba hasta los disparates más inverosímiles, disparates que sin embargo, le parecían conclusiones normales y verdaderas. De pronto le gustaba conversar brillantemente, y en cierto momento se convertía en un solitario al que nadie se habría atrevido a dirigirle la palabra. Mencioné, creo, la palabra “lujuria”, entre las que podrían caracterizar su condición; y sin embargo en algunos momentos de su vida se entregó a un ascetismo repentino y durísimo. Unas veces era contemplativo, otras se entregaba a una frenética actividad. Yo lo he visto en algun lugar, de chico, cometer actos de horrible crueldad con animales indefensos y luego en actitudes de ternura que eran totalmente incompatibles. ¿Simulaba? ¿Era una representación que hacía ante mí, movido por su ironía, su cinismo? No lo sé. Había momentos en que parecía admirarse con un narcisismo que repugnaba, y al instante repetía sobre sí mismo los juicios más despreciativos. Defendía a América y luego se reía de los indigenistas. Cuando, arrastrado por sus epigramas o sarcasmos a propósito de nuestros próceres (o conversacion cualquiera), alguien agregaba alguna minúscula contribución, era aniquilado en seguida con una ironía de signo opuesto. Era todo lo contrario, en suma, de lo que se estima por una persona equilibrada, o simplemente por lo que se considera una persona si lo que diferencia a una persona de un individuo es cierta dureza, cierta persistencia y coherencia de las ideas y sentimientos, no había ninguna clase de coherencia en él, salvo la de sus obsesiones, que eran rigurosas y permanentes.

Era todo lo opuesto a un filósofo, a uno de esos hombres que piensan y desarrollan un sistema como un edificio armonioso; era algo así como un terrorista de las ideas, una suerte de antifilósofo. Tampoco su cara permanecía idéntica a sí misma. La verdad es que siempre pensé que en él habitaban varias personas diferentes. Y aunque sin duda era un canalla, me atrevería a afirmar que sin embargo había en él cierta especie de pureza, aunque fuera una pureza infernal. Era una especie de santo del infierno. Alguna vez le oí decir, justamente, que : "en el infierno, como en el cielo, hay muchas jerarquías, desde los pobres y mediocres pecadores (los pequeños burgueses del infierno, decía) hasta los grandes perversos y desesperados, los negros monstruos que tenían el derecho a sentarse a la derecha de Satanás" ; y es posible que sin decirlo explícitamente estuviera confesando en aquel momento un juicio sobre su propia condición. ( Otra contradicción suya! Cielo, Infierno? Satanás?)...

Adpt: Frankuervo ( ¿ Frank & Cuervo ? )