lunes, 10 de octubre de 2011

Cuando el cuerpo no puede con el alma


...Y en conclusión:

La administración de estas sustancias en sujetos sanos (no deprimidos) produce somnolencia, cierto mareo, caída de la presión arterial, sequedad de boca, visión borrosa y sensación de malestar generalizado. Por el contrario, en sujetos deprimidos produce una elevación en el estado de ánimo... sólo de dos a tres semanas de iniciado el tratamiento... La manera como estas sustancias actúan se ha descrito más en términos de disminución de ideas depresivas que la inducción de un estado de euforia, aunque se han reportado casos de excitación e insomnio en pacientes suceptibles. O sea, no es que la alegría aumente, sino que disminuye la tristeza...

No hay comentarios: